Las chicas del whatsapp

Tengo un nuevo grupo de whatsapp. Las Nenas Impex.
De nenas tenemos bien poco, ya que la más joven si no me equivoco soy yo, y lo de Impex, es en honor a la empresa que un día nos unió.
Aquellas compañeras de trabajo, convirtieron las duras horas de jornada, en una amistad que sigue hoy, a pesar de los años pasados. Todavía recuerdo como Manolo (el perrito fiel de Don Luis) asomaba la cabeza por la puerta de la cocina:
-Por favor chicas, bajad la voz. Vuestras risas se oyen en todo el edificio...
Jamás formé parte de un equipo tan unido como este. Allí lloré, reí y nunca estuve sola.
Formábamos un escudo protector alrededor de quien atravesaba un mal momento, Lidia siempre dispuesta con alguna ocurrencia que nos hacía estallar en carcajadas... Gemma con su carácter, tan fuerte y tan tierna a la vez, Yolanda la sensatez, Silvia prudente, Ana, a la que descubriría tarde, para sorprenderme por sus grandes virtudes, Griselda que siempre estuvo ahí, Sonia la profesional entre las profesionales...
Sonia creó el grupo. Está a kilómetros de distancia, en Suiza, intentando encontrar el empleo que merece y que su país le ha negado durante dos años. Ha dejado atrás, temporalmente, a su marido y un bebé de dos añitos. No me quiero ni imaginar cómo los hecha de menos... Tiene carrera universitaria, másters, habla cuatro idiomas (y en unos meses sumará uno más), trabajadora, responsable,... y la sensación de que España no la necesita. Qué gran mentira! Pon a una Sonia en tu empresa y esta crecerá!
Somos ocho y cuatro de nosotras en el paro, de las otras cuatro, dos ya han vivido esta situación y han tenido la suerte de salir de ella, de las que quedan, una se siente en la cuerda floja...
Ayer, tras la penas contadas, y con el presagio pesimista a punto de cerrar su círculo a nuestro alrededor, decidimos que no hay nada que no arregle una merendola, con la inevitable discusión de si será a base de café y pastitas o unos buenos gin tónics (yo apuesto por esto último, si luego alguien se ofrece a llevarme a casa).
Alguien preguntó si Don Luis se acordará de nosotras. No albergo dudas de que así es.
Recuerdo el día en que me convocó en su gran despacho, tras leer un informe que le había escrito sobre las mejoras que se podían hacer en su pequeña cadena de tiendas:
-Este informe me ha sorprendido. Es muy bueno y está muy bien redactado. El vocabulario, el estilo... usted sabe expresarse y me ha abierto los ojos. A partir de hoy quiero que supervise las tiendas.
El problema de Don Luis (o como a veces se le escapaba a Lidia, el Señor Don Luis), era que no quería escuchar problemas, prefería vivir como un avestruz, escondiendo la cabeza en vez de enfrentarse a las inclemencias de la vida.
Me siento orgullosa de mi paso por Impex. Este es mi pequeño homenaje a lo más grande que me llevé de una pequeña empresa, ubicada en el piso once de una torre frente al mar (no veas lo que mareaba los días de viento!).
Que no falten los gin tónics!!!



Comentarios

  1. Esos círculos están hechos de plastilina transparente. Uno no sabe cómo pero te van envolviendo, abrazando. Incluso cuando no hay envoltorio ni brazos que envuelvan. Incluso mucho después, cuando sólo queda un recuerdo del abrazo, ahí sigue la plastilina.
    Protegiéndonos en un mundo donde somos importantes porque alguna vez fuimos importantes para alguien.

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    Respuestas
    1. De niña, la plastilina constituía uno de mis pasatiempos preferidos. Moldear formas ya era una manera de crear... Años despues, recuerdo el día en que puse en manos de mi hijo un "churro" de plastilina. Trás superar lo extraño del tacto en su primera vez, llenamos muchas tardes de invierno jugando a ser cocineros, con el único ingrediente de plastilinas de muchos colores...
      Siempre aciertas con tus comparativas Luis...

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